Los propietarios de este local expusieron la idea de adecuar su local aprovechando al máximo la luz natural y dando protagonismo a una sala de reuniones donde pudieran recibir a sus clientes con el máximo confort y privacidad. Toda la adecuación se centralizó en torno a unos vidrios fijos que conforman la sala de reuniones , que dejan pasar la luz que incide sobre la fachada y a la vez confieren cierta privacidad al estar tratados al ácido parcialmente. La fachada acristalada se aprovecha como expositor de maquetas y reclamos comerciales mientras que las zonas de aseo, trabajo y almacén quedan situadas en la parte posterior del local.